Diario de Yuri Záitsev
(Alias Vincent Maddox)
(Alias Vincent Maddox)
Soy
frío, arrogante, solitario, o por lo menos eso decían de mí las personas que se
cruzaban en mi vida, introvertido y nada sociable.
He de reconocer que la empatía nunca ha sido una de mis virtudes. Nací en uno de los peores barrios según la mayoría de la gente, para mí, una perfecta escuela para forjar a verdaderos hombres. Hombres como yo, que no se amedrentan ante nada, que consiguen lo que quieren, a toda costa, sin importar a quien te lleves por delante.
Criado en el seno de una familia, por llamarlos algo, desestructurada: padre alcohólico, madre yonky y hermanos... mejor no mencionarlos. He vagado siempre solo por la vida, sin familia, sin amigos, hasta que la conocí a ella. Entonces cometí el error de pensar que era posible confiar. Fui un iluso al creer que un ladrón de poca monta, un pandillero venido a menos, en definitiva, que la escoria también teníamos una segunda oportunidad, pero me equivoqué.
Llevo seis meses encerrado en una jaula. He sufrido toda clase de torturas y vejaciones. Han experimentado conmigo, mutado mi ADN, ya no me siento humano. Han convertido mi cuerpo en un arma para matar. Sólo un resquicio de humanidad alberga mi ser, solo un sentimiento humano me acompaña… la venganza. Por ella es que estoy aquí. Por ella soy ahora lo que soy. Y por ella, por esa zorra, no descansaré hasta destruirla con mis propias manos.
He de reconocer que la empatía nunca ha sido una de mis virtudes. Nací en uno de los peores barrios según la mayoría de la gente, para mí, una perfecta escuela para forjar a verdaderos hombres. Hombres como yo, que no se amedrentan ante nada, que consiguen lo que quieren, a toda costa, sin importar a quien te lleves por delante.
Criado en el seno de una familia, por llamarlos algo, desestructurada: padre alcohólico, madre yonky y hermanos... mejor no mencionarlos. He vagado siempre solo por la vida, sin familia, sin amigos, hasta que la conocí a ella. Entonces cometí el error de pensar que era posible confiar. Fui un iluso al creer que un ladrón de poca monta, un pandillero venido a menos, en definitiva, que la escoria también teníamos una segunda oportunidad, pero me equivoqué.
Llevo seis meses encerrado en una jaula. He sufrido toda clase de torturas y vejaciones. Han experimentado conmigo, mutado mi ADN, ya no me siento humano. Han convertido mi cuerpo en un arma para matar. Sólo un resquicio de humanidad alberga mi ser, solo un sentimiento humano me acompaña… la venganza. Por ella es que estoy aquí. Por ella soy ahora lo que soy. Y por ella, por esa zorra, no descansaré hasta destruirla con mis propias manos.
Soy
Vincent Maddox un depredador creado para la caza y vosotros, todos vosotros,
seréis mis presas.
¡Oooh!
ResponderEliminar