Aquí os dejo un regalito para todos los que os habéis acordado de que hoy es mi cumple. Espero que os guste y , no es por presionar ni nada, si algún día quisierais hacerme un regalo por mi cumple ya tenéis una idea para UN REGALO IDEAL, jajaja.....Besisss.
No lo podía creer, por fin su regalo perfecto. Las manos le sudaban
mientras, frente a ella, los chicos se quitaban la ropa lentamente. Uno rubio y
otro moreno, uno de ojos negros otro de ojos verdes, ambos con unos abdominales
tan marcados que perfectamente podría restregar sobre ellos esa ropa delicada
que tanto odiaba lavar a mano… << ¡Por
dios, céntrate en lo que estamos! En esos cuerpos esculturales, en esos fuertes
brazos, esas piernas musculosas, esos paquetes… ¡Sí! >>
Sus sentidos estaban embotados. Sus ojos iban de aquí para allá
para no perderse nada de lo que estos monumentos tenían que enseñar. Su boca estaba
seca por la ansiedad, muy contrariamente a su sexo que estaba mojado y ansioso
por recibir las atenciones de los dos sementales frente a ella… << ¡Si Dios, los dos!>>… Hoy
por fin cumpliría una de sus fantasías y quién sabe, igual hasta más de una.
Inmersa en sus pensamientos no se percató que uno de los
chicos no estaba frente a ella hasta que su cuerpo se estremeció al notar el
sutil hálito sobre su nuca. Un escalofrío recorrió su columna erizando su piel,
dejándola sensibilizada ante el roce de las yemas de los dedos que acariciaban
sus piernas, sin prisa, apenas rozando su piel, hasta llegar a sus muslos. Unas
fuertes manos amasaban sus pechos, mientras otro par de manos abría sus
piernas. Unos suaves labios se posaban en su cuello, agasajándolo con dulces
besos que precedían a las caricias de una caliente lengua que dejaba un surco
mojado hasta el lóbulo de su oreja, delante de ella, las manos que antes
acariciaban sus piernas, ahora comenzaban a desabotonar su camisa. La excitación
incrementaba en ella por momentos, necesitaba sentirlos piel contra piel. Arqueó
su cuerpo sobre la silla, resbalando su trasero hasta el filo de esta, en un inútil
intento por acercar su centro a la prominente erección del chico que se
encontraba entre sus piernas, pero no era suficiente. Los jadeos escapaban de
su garganta sin poder acallarlos. No, ella no podía, pero la hambrienta boca
que devoraba la suya los apaliaba convirtiéndolos en un mero resuello de
necesidad. Unos fuertes brazos la rodearon y luego… el ruido de la silla al
golpear contra el suelo, la presión ahora de una erección sobre su trasero, el efímero
dolor a causa del tirón de pelo que la hizo apartarse de esa boca pecaminosa,
las manos sobre sus hombros despojándola de su camisa, el belicoso agarre para
voltearla y dejarla a merced de una boca que no pedía, exigía con rudeza
haciendo que su sexo doliera por la necesidad, la suave caricia sobre sus
nalgas ahora despojadas de ropa y expuestas por el minúsculo tanga de encaje
que cubría su depilado monte de venus… todo ello saturaba sus sentidos hasta el
punto de no saber donde se hallaba; solo el contraste de las frías sabanas
rozando su piel ardiente la advirtió de que se encontraba sobre la cama… <<¡Dios, en la euforia de la pasión ni
se había percatado que hubiese una cama en la habitación! >>
Su mirada estaba perdida en la negrura lujuriosa de los ojos
frente a ella, en el sonido sincrónico de las respiraciones, en el aroma entremezclado
de la excitación, en el tacto de los nervudos cuerpos bajo sus manos, en el
sabor salado de las pieles perladas por el sudor. Los necesitaba dentro de
ella, estaba tan caliente que si no hacían nada al respecto colapsaría o peor aún,
sería la primera mujer en morir por combustión espontánea en medio de una sesión
de sexo.
Dio gracias porque parecía que le habían leído la mente. El
moreno se presionó a su espalda haciéndola ansiar todavía más su pene cuando comenzó
a resbalarlo entre sus muslos en una falsa y desquiciante imitación a lo que
ella quería. Mientras, ante ella, el rubio atormentaba con su deliciosa boca sus
pezones mientras su mano se posaba en su sexo… << ¡Oh si! Por fin tendría lo que tanto ansiaba. >>…
Comenzó a sentir un dolor en los pechos que era más doloroso
que placentero, ya no eran caricias lo que notaba, era una presión nada
agradable.
— ¡No, por favor para me haces daño! — Dijo con apenas un
hilo de voz, pues a estas alturas le costaba hasta respirar.
La presión sobre su pecho no remitía, era desagradable, algo
no andaba bien. El murmullo de extrañas letanías llegaba a sus oídos, no conseguía
entender lo que eran, pero poco a poco se fueron haciendo más claras las
palabras; hasta que al fin las entendió.
— ¡Mamá, mamá! Despierta… ¡Mira, mira!
Con la mente todavía algo espesa por el sueño vio frente a ella
a su hija, la cual la zarandeaba haciendo presión sobre sus pechos, insistiendo
en que despertara. No tardó en escuchar el gruñido de su pareja tras ella que, con
su habitual erección matutina pegada a su trasero y la mano sobre su sexo, apretó
su agarre pegándola más a su cuerpo en un intento por seguir durmiendo, pero ya
era imposible con la terremoto dando saltos sobre la cama.
— Felicidades cariño —. Susurró él en su oído con voz ronca,
la cual estaba segura se debía más a la dureza que presionaba sin cesar sobre
su trasero que al sueño.
— ¡Papá, saca tu regalo!, pero le damos el mío primero… ¡¿vale?!
Mientras su hija instaba a su papá a sacar el regalo, este
presionaba más fuertemente el pene contra ella dejándole claro la clase de
regalo que le gustaría darle y que, gracias a la pequeña, no sería posible entregarle.
Tras unos segundos se resignó, estiró el brazo y cogió los pantalones cortos
que habían sobre la mesilla de noche; se los puso y salió de la cama, momento
que aprovecho la pequeña para salir detrás de él.
Ella, con un gran bostezo y una sonrisa en la cara, estiró
los brazos sobre la cabeza, se sentó apoyando la espalda en el respaldo de la
cama y esperó a que le dieran sus regalos. Pronto aparecieron, su hija con una
bandeja con un delicioso desayuno: tostadas algo quemadas, zumo con algún que
otro trocito de naranja flotando y un café tan negro que no habría quien se lo tomara;
él, con un paquete pequeñito en la mano.
Entre risas y bromas de su pareja tomó el desastroso desayuno
que con todo cariño había preparado su hija y el que a ella le supo a gloria,
aunque después tuviese retortijones durante todo el día. Como era de esperar la
pequeña desembaló el regalo que también insistió en llevar en su dedo pese a que
se le caía cada dos por tres.
Había pasado otro año más y no había recibido ese regalo de ensueño;
pero quién querría a un par de hombres versados en las artes amatorias cuando tenía
a su lado a un amor de hombre y una dulzura de niña que le traían el desayuno a
la cama y le regalaban un anillo de pedida.
oooooohhhhh, cómo me has 'engañado'!!! jejeje.... Feliz cumple!! Muy chulo..
ResponderEliminarGracias,que le vamos a hacer,de fantasías también se vive no? jajaja
EliminarJejeje!! Vaya tela con el regalo, Charo!! Los dos del sueño están guay! pero los regalos de la realidad, (entre nosotras) molan más así como para tener a todas horas, jijiji! Feliz cumple de nuevo!! Y ójala que algo de lo que esperas te caiga como presente! Muack!
ResponderEliminarGracias Tania, seguro que si que algo cae, jajaja
EliminarYo siempre he pensado que debería haber algo así, algo como esos club de Host japoneses, de chicos que satisfacen todas las fantasías de las mujeres, podría hacerse negocio jajaja
ResponderEliminarEn fin que me pierdo, me ha gustado y el final me ha puesto una sonrisa en la cara.
¡Felicidades otra vez!
Gracias Cris. Si que estaria bien ,sobrtetodo si fuese como en los relatos de Paty y viniesen a domicilio, jajaja...Besisss guapa
EliminarOye Charo, creo que te hizo efecto el Juego de Primavera XD jajajaja..... Muy bueno...Aunque mi regalo soñado sería un moreno de ojos claros ^^
ResponderEliminarDe ojos verdes como mi morenazoooo, jajaja. Si parece que los calores son lo que traen...te dejan algo calentita, jajaja. Gracias guapa por pasarte y comentar...Besisss
EliminarHola muy bueno el sueño...pero la realidad gana.
ResponderEliminarFelicidades!!! Aunque sea algo tarde!
Gracias...agradezco mucho que te hayas pasado por aquí a leerme...Besisss
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