El ejercicio consiste en escribir un relato basado en el concepto de esta festividad, pero debe tratar de esta noche según las creencias Celtas, los cuales profesaban la idea de que esta era una de las noches, donde el mundo de los vivos y los muertos coexistían al caer el velo que los separaba...
Bueno mi relato se basa en esas creencias Celtas e incluso esta enclavado en tierras Irlandesas. Me he tomado la licencia de fantasear , no con sus creencias, pero si con las practicas con el que el pueblo Celta veneraba a sus Dioses. La informacion sobre la que me he basado para escribir el relato, ya digo que dejando volar la imaginacion como suelo hacer, es de la siguiente pagina:
VOLVERÉ
Eileen estaba nerviosa, el corazón le latía a un ritmo desenfrenado. Atesoraba entre sus temblorosas manos el sobre rojo que contenía la invitación para asistir a la fiesta de Halloween que su jefe celebraba en el Druids; la mejor discoteca del país por antonomasia. Un local exclusivo para disfrute y deleite de las personas más poderosas e influyentes, no solo de Irlanda, sino del Planeta Tierra.
Durante
meses las indirectas e insinuaciones que lanzaba al reservado y atractivo Kenneth
no habían surtido efecto, pero esta mañana al recibir la invitación pudo ver algo
de luz al fondo del oscuro pozo que eran sus sentimientos.
Se miró por enésima vez en el espejo que forraba la pared
exterior del edificio.
¡Sí, lo reconocía!... Disfrazarse de enfermera
sexy no decía mucho a su favor, sin embargo era su último cartucho a quemar. El
trajecito de marras era el recurso más trillado que te pudieses echar a la
cara, pero si vestida de esta guisa Kenneth no pillaba la indirecta y se
lanzaba, ella tiraría la toalla.
Atacada
por los nervios y la anticipación no se percató que el gorila de la puerta la
miraba de arriba abajo. Temió que notara lo que escondía bajo el disfraz,
aunque dudaba que su barriga fuese objeto de miradas cuando sus grandes pechos
rebosaban por el escote amenazando reventar los botones al mínimo suspiro.
No se equivocó.
El
hombre clavó la mirada en sus pechos descaradamente. Después de comérsela
con los ojos, más tiempo del necesario para su gusto, la instó a entrar poniendo
la mano en la parte baja de su espalda.
En
cuanto entró en el elegante recibidor, tenuemente iluminado, una chica ataviada
con una túnica amarilla se hizo cargo de su abrigo; frente a ella, un chico custodiaba
el único obstáculo que la separaba de vivir una noche inolvidable. Cuando el
galante muchacho, también vestido con una túnica amarilla, abrió la puerta se quedó petrificada. La dependienta de la tienda de disfraces
se la había jugado. Había ido precisamente allí porque era donde indicaba la
invitación que tendrían los trajes para la fiesta y la muy pérfida le había
asegurado que con el vergonzoso traje de enfermera causaría sensación. No
estaba segura que la palabra “Sensación”
fuese la más acertada, pero estaba claro que esta noche no pasaría
desapercibida entre la marea de túnicas amarillas y rojas que atestaban el
Druids. Dando un
último estirón al minúsculo vestido Eileen cruzó la puerta en busca de su cita.
Tras unos eternos minutos de ser el blanco de todas las miradas, un musculado
torso se pegó a su espalda y unas fuertes manos se posaron sobre sus hombros.
Un cálido aliento sobre su nuca, marcando a fuego su piel, la hizo estremecer.
Un cálido aliento sobre su nuca, marcando a fuego su piel, la hizo estremecer.
Eileen tuvo que morder su labio inferior para evitar que un delatador suspiro escapara de su boca al oír su sensual y grave voz.
Kenneth la rodeó colocándose frente a ella; cuando se apartó, y el aire azotó su cuerpo encendido por la excitación, Eileen tembló. A escasos centímetros de su cuerpo, vestido tan solo con una sencilla túnica azul, la presencia de Kenneth era hipnótica para Eileen.
Sus ojos zarcos preñados de deseo; su nariz prominente, que contrariamente a restarle atractivo, acentuaba su aspecto varonil; su boca de labios carnosos y tentadores que anhelaba devorar.
Una vorágine de sensaciones se arremolinaba en el interior de Eileen con cada ínfimo detalle. Posiblemente estos serían usuales en más de una persona, pero únicos a sus ojos cuando se trataba de él.
Luciendo la más seductora de las sonrisas, Kenneth,
extendió una mano invitándola a seguirle… Ella, lo hizo sin reservas.
Los invitados se apartaban a su paso creando un pasillo para ellos.
Cuando llegaron al centro de la pista la música cesó. Tan solo el sonido de
las agujas de un reloj, sonando a través de los altavoces, rompió el silencio
sepulcral que se había instalado en la discoteca, fue entonces cuando la puerta, con las
letras “Private” grabadas, se abrió.
Salieron de ella una veintena de personas cubiertas por túnicas azules
idénticas a la que vestía Kenneth, pero a diferencia de él, mantenían sus
rostros ocultos bajo las capuchas. En sus manos portaban cirios blancos, los
cuales colocaron, uno junto a otro, creando un círculo a su alrededor. Uno de
los encapuchados comenzó a prender las velas y cuando todas estuvieron
encendidas se irguió frente a Eileen y reveló su identidad. No llevaba los ojos delineados de negro, ni brillaba en
su ceja el pequeño zafiro que esa misma mañana había llamado tanto su atención,
pero estaba segura que la chica ante ella, vestida con la holgada túnica azul,
era la dependienta de la tienda de disfraces.
— ¡Tú! —exclamó Eileen colérica, haciendo amago de abandonar
el circulo de llamas que la flanqueaban. Le fue imposible.
El pánico se apoderó de Eileen, quería salir de allí y arrastrar a la chica
de los pelos, pero el agarre de Kenneth se lo impidió. Sus manos se habían cerrado como grilletes en torno a sus muñecas,
inmovilizándole los brazos a los costados. Con una presuntuosa sonrisa curvando
sus labios, la chica quitó el alfiler oculto en su cofia y lo clavó repetidas
veces contra su estómago, reventando el profiláctico. La espesura y el olor
férreo del líquido que manchaba su vestido advirtió a Eileen que se trataba de
sangre y no le resultó descabellada la idea, mirando a la loca frente a ella, que
su procedencia fuese humana.
— ¡No me mires así! No somos asesinos, sino Druidas, pero cuando
hay sangre de por medio es más rápido… ¿habrías preferido que mi amado Kenneth te hubiese clavado
un cuchillo? —declaró su anfitriona, haciendo aspavientos con los brazos para
enfatizar su gran acto de conmiseración.
Sintió que sus piernas
flaqueaban, y estuvo a punto de caer, cuando el bastardo de Kenneth la liberó
de su agarre para salir al encuentro de su maldita mujer. Justo en ese momento,
el sonido del correr de las agujas del reloj murió anunciando la llegada de la medianoche. El tiempo se detuvo para ella cuando,
al unísono, los encapuchados comenzaron a entonar una oración en gaélico antiguo. El velo que separa este mundo del otro, la inquebrantable barrera entre
vivos y muertos, comenzó a caer.
Su respiración se volvió errática; su ritmo cardiaco se disparó; un sudor frío perló su frente y un tremendo dolor de
cabeza la hizo doblarse en dos. Vio como aparecían, de la nada, varios entes incorpóreos
que avanzaban hacia ella con la promesa de la muerte como esencia. Quería
decirle a la perra psicótica que escogía la opción del cuchillo, pero apenas
podía hacer que el aire llegara a sus pulmones, menos articular palabra. Sufrió
el dolor inhumano que provocaban las fantasmagóricas manos al arrancar la carne
de los huesos. Sintió como escudriñaban en sus entrañas intentando extraer algo
de su interior y aun así, con los últimos rescoldos de fuerza que le quedaban,
Eileen, alzó su brazo y enseñó su dedo corazón a la pareja antes de fenecer.
Por fin todo había acabo. El dolor había desaparecido y sus
pulmones gozaban del preciado oxigeno que le fue negado.
Eileen abrió los ojos sobresaltada al escuchar de nuevo el
idioma antiguo.
Poniéndose en pie, giró sobre sí misma.
Los siniestros espíritus
que la habían llevado a la muerte ahora eran corpóreos. Vestidos pulcramente
con túnicas blancas, custodiaban unos grandes pilares de piedra que formaban un
circulo a su alrededor. Tenía que ser una broma, no era posible que hasta en el
“Mas allá” tuviese que lidiar con lunáticos como el que tenía enfrente entregándole
una túnica blanca para cubrir su desnudez.
—No pienso ponerme eso, ¡quiero volver!…
A pesar de la tupida barba, que ocupaba casi la totalidad del
rostro del hombre, ser, ente o lo que fuese, pudo advertir como esbozaba una
sonrisa.
Gaélico Irlandés
[i] Bienvenida a nuestra tierra.
[ii] Mi bella dama.
Una pasión que la llevó a la muerte. Pobre Eileen...
ResponderEliminarBesos
Gracias Gabriela por pasarte a leer mi relato. La verdad es que la pasión la condujo a otro mundo y esta claro que allí es mejor valorada. Un saludo
EliminarUna amor trágico y una horrible traición!!!
ResponderEliminarUn saludo!!!
Gracias Raquel por tu comentario. Si realmente no era lo que ella esperaba de Kenneth, pero a veces lo inesperado resulta mas reconfortante de lo que pensamos...
EliminarEs, hasta el momento, el mejor relato que he leído. Y deja el listón muy alto. Me encantó, no sabes cuánto, y hasta me das envidilla de que un relato fantástico pueda ser al tiempo tan realista ;) es el estilo que espero conseguir con el tiempo. Es del tamaño justo, no resulta ni demasiado largo ni demasiado corto, y está genial desarrollado. La última frase me da escalofríos y hace contacto en mi imaginación. En resumen: un placer leerte.
ResponderEliminarGracias Bess, eres un amor, agradezco el halago que me has hecho al decir que esperas conseguir mi estilo. La verdad es que poquito a poco voy cogiendo practica a ver si con el tiempo puedo ser capaz de poder darle continuidad a algún relato y crear algo medianamente decente... Un saludo y muchísimas gracias guapa.
EliminarMe ha encantado el toque de sensualidad que le has dado..a partir de ese momento podría haber tomado cualquier rumbo tu relato y eso me ha sorprendido. Enhorabuena, me ha dejado con ganas de querer más.
ResponderEliminarGracias Cloe, es algo que no puedo evitar, jaja, termino siempre metiendo el toque "erótico", entre comillas, a los relatos, pero me alegra que te guste... un besazo.
EliminarMe encantan las muertes sangrientas, jaja.
ResponderEliminarMuy buen relato, Charo, muy siniestros tus druidas.
Besos!!
Gracias Maga, la verdad es me hubiese gustado poder tener mas margen de extensión para recrearme un poquito mas en el ritual, pero bueno algo pude plasmar, gracias por pasarte.... Un beso.
EliminarMe gustó mucho, y me dejó con un montón de preguntas acerca de los seres de blanco...
ResponderEliminarUn gran relato, felicidades!!!
=D
Gracias Daniela por pasarte y me agrada que te guste y respecto a los seres... ¿ Estarán vivos , pero en otro tiempo? o ¿ serán espíritus ancestrales?. jaja... Un beso.
EliminarMe parece que has creado un relato excelente, le diste un giro que no esperaba la verdad, eres muy creativa, lo hiciste muy bien... lástima pobre, por una pasión llegó como bien dice el dicho popular a la boca del lobo. Me encantó :D Eres muy buena, excelente.
ResponderEliminarGracias Abi, si bueno tiendo a dar giros inesperados, es como un sello, como el poner siempre ese deje sensual. Me agrada que te haya gustado.Un beso.
EliminarYa sabes que soy tu fan y que me encanta el toque erótico que agregas a tus relatos de una manera muy singular y sin dejar de lado la trama principal.
ResponderEliminarComo siempre me ha encantado.
Un abrazo.
Kimberly guapa, eres una joya, no sabes lo que me alegra que te haya gustado, ambas somos fans de la otra mutuamente y lo sabes... Un besazo.
EliminarQue buen relato, me gustó un montón. Excelente historia y el final genial. Bien logrado. ¡Saludos!
ResponderEliminargracias Li por pasarte y me alegra que sea de tu agrado y el final como siempre lo dejo abierto para que vosotrso mismos interpreteis ... Un beso
Eliminar¡Hola Charo!
ResponderEliminarMis respetos, tu relato me ha gustado muchísimo, ha sido más de lo que esperaba al principio, y tu final abierto me fascino, especialmente las últimas palabras, me hace imaginar muchas cosas, una continuación o cómo sería su regreso un próximo año!
Genial trabajo, ¡un abrazo! :)
¡¡Me ha encantado Charo!! Tiene todos los componentes necesarios para mantenerte pegada a la pantalla hasta el final.
ResponderEliminarFelicidades, ha sido todo un gustazo leerte.
Un abrazo
Muchas gracias Anuca, el gusto es mio por conseguir que disfrutaras... Un beso.
Eliminarwow, me encantó, sexy, atrevido y trágico, muy bueno, felicitaciones.
ResponderEliminarCharo: Eso quiere decir que hay que tener cuidado con las invitaciones que aceptan ¡ojo chicas, mucho ojo!
ResponderEliminarYo fui, bueno...sigo siendo,enfermera y no entiendo el porqué usan el uniforme como muestra de sensualidad. Si supieran ¡cuan pocas enfermeras guapas y sexis se pueden encontrar en los hospitales!
Pues felicidades, muy bueno tu relato: Doña Ku
jajaja, que razón tiene Doña Ku... pero bueno yo lo prefiero así, mas profesionalidad y menos contoneo de cadera, jaja y por eso creo que es la fantasía a que hombre no le gustaría que una joven, guapa y sexy chica le pusiese una lavativa, jajaja... Un saludo muy grande para usted y para los suyos... Un beso.
Eliminar¡Hola Charo! Yo no sabia nada de los druidas y me quede un rato pensando ese final, porque no lo comprendía, no comprendía las razones de los mentirosos esos que la mataron. Sin embargo, tu relato está muy bien narrado, y desde el principio nos advierte que guarda un misterio. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarSi soy ella, en cuanto entro y me encuentro con que todos van vestidos igual me largo XD. Ha quedado genial.
ResponderEliminar¡Vaya relato! Me ha encantado, te lo digo de verdad.
ResponderEliminarMenuda forma de narrar tienes, ojalá yo tuviera la mitad de tu talento.
Mis más sinceras felicitaciones. Te quedó genial.
Saludos.
La historia me parece muy bien llevada y todo eso que ocurre en el ritual y en el más allá me parece muy interesante. Me encanta la última frase del relato. Sin embargo, la protagonista me ha caído inevitablemente mal xD Aún así, me ha gustado.
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